jueves, 8 de noviembre de 2012

A Marte ida y vuelta, por favor

Hoy me quiero exiliar. Quiero no escuchar las cacerolas y los bocinazos, no leer ciertas cosas para tratar de decidir si me dan más frío o vergüenza ajena, no ver a las señoras que quieren dar prueba de ser buenas madres argentinas manifestándose con un bebé en un brazo  y una cacerola en el otro.
¿Nadie me invita a alguna casa en un descampado? ¿O a Timbuktu? ¿O a Marte?

5 comentarios:

  1. Véngase para acá, Niña! http://manfredpichotablog.blogspot.com.ar/2012/11/posteando-desde-el-exilio.html

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  2. De verdad me encantó lo de "Sumarle una multitud cacerolera de adultos con capacidades políticas diferentes a las condiciones residuo-electro-climáticas que son de público conocimiento es mucho más que lo que cualquier cristiano está dispuesto a soportar".
    Yo quería exiliarme, pero obviamente, lo que estoy haciendo es seguir el 8N con la televisión y la computadora simultáneamente. Es como una cosa medio masoca que uno tiene, vio?

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  3. Ah, y por si fuera poco, también lo estoy escuchando en vivo y en directo, ya que me encuentro en una zona muuuuuy cacerola-friendly. Mecachendié.

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  4. Yo vivo en zona cacerola-friendly, de las peores, así que aproveche para visitar a mi vieja. Que te sea leve por allí.

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  5. Yo estoy exiliado en el cuarto de mi casa, aire acondicionado, herméticamente cerrado; si llego a escuchar un bocinazo, tapón en las orejas. una película y a dormir temprano!

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