Menos mal que sobrevivimos

Así reseñó La Nación el acto (¿los actos?) del domingo pasado. Como una orgía de vandalismo en la que estuvimos a punto de morir y no nos enteramos. Soy una heroica sobreviviente y no lo sabía.
Lo raro es que yo estuve en la plaza, y más allá de un momento muy específico en que hubo un poco de bardo entre algunas personas y en un sector muy acotado, no pasó nada. Y, aún en ese momento "crítico", a las familias con chicos chiquitos, a los grupos de amigos tomando mate, a la gente mayor con dificultades para desplazarse, no nos dio la sensación de que estuviéramos a punto de morir. No hubo estampidas de gente corriendo por salvar su integridad física, ni "las mujeres y los niños primero", ni doncellas caídas siendo rescatadas por caballeros de brllante armadura, ni nada.
Muchachos de La Nación, dejen de manijear el amarillismo barato, ¿no era que para eso estaba Crónica y ustedes eran "mejores"?